Richard Hernández inicia una nueva etapa como hilo conductor de Al Pelo Radio, un proyecto que ve como la evolución natural de su camino en los medios. Con más seguridad, autenticidad y una clara intención de conectar desde la verdad, el periodista aborda en esta entrevista los retos, críticas y motivaciones que marcan este nuevo capítulo de su carrera.

Richard, muchos lo ven como un giro inesperado en tu carrera. ¿Por qué decidiste asumir el reto de ser hilo conductor de Al Pelo Radio en este momento de tu trayectoria?
No lo veo como un giro inesperado, sino como una evolución natural de mis procesos en la comunicación me he desempeñado en varias ramas: reportero, editor, host y ahora hilo conductor. Siempre he sido una persona inquieta, que busca nuevos espacios para comunicar, provocar conversación y conectar con la gente desde otras perspectivas. Llegó en un momento donde me siento más seguro de quién soy, de lo que pienso y de lo que quiero expresar. Al Pelo Radio representa libertad, autenticidad y la oportunidad de mostrarme sin filtros y real.
¿Cuál es tu objetivo más ambicioso con este proyecto?
Más que números o fama, mi objetivo es dejar huella, demostrar que solo debes estar preparado para esa gran oportunidad. Quiero que Al Pelo Radio sea un espacio donde la gente se sienta identificada, donde se hable sin miedo, sin poses, con verdad y responsabilidad. Si logramos crear comunidad, generar debate sano, mover emociones y hacer pensar… ya eso para mí es un gran éxito.

Algunos críticos han cuestionado si estás preparado para dirigir un proyecto de este tipo. ¿Cómo respondes a quienes dudan de tu capacidad?
Les respondo trabajando y el tiempo pondrá todo en su lugar. He aprendido con el tiempo a no hablar desde el dolor porque se comente muchos errores y después es difícil de recoger. La preparación no siempre se ve en títulos o en trayectorias lineales, a veces se construye con calle, con intuición, con experiencia de vida y con una profunda observación del entorno. Respeto las opiniones de los que me han criticado desde el día 0 de asumir este proyecto, pero confío mucho en mi capacidad de aprendizaje, adaptación y liderazgo.
Con tantos formatos y voces en la radio actual, ¿Qué te hace sentir que Al Pelo Radio puede destacar bajo tu conducción?
Porque no queremos sonar como nadie más. No hacemos radio para encajar en un molde. La idea es hablar como la gente común habla en las calles, tocar temas sin maquillarlos, ser incómodo cuando haya que serlo, pero también sensible cuando el tema lo amerite. Creo que la audiencia está cansada de lo fingido; busca verdad, personalidad, coherencia, responsabilidad, humor, chismes. Eso es lo que venimos a aportar.
¿Sientes presión por mantener tu reputación periodística mientras adoptas un rol más cercano y ameno con la audiencia?
Sí, pero es una presión sana y natural. Mi reputación es importante para mí y no voy a sacrificarla por views. Puedo ser cercano, espontáneo y entretenido sin dejar de ser responsable, informado y respetuoso. Para mí, la credibilidad y la humanidad pueden convivir perfectamente. El reto es equilibrarlas, y me encantan los retos, creo que ese susto de lo que no se ve me gusta y me reta cada día más.


¿Hay un mensaje claro que quieras enviar a quienes no confiaban en que pudieras liderar un proyecto de esta índole?
Sí: gracias. Las dudas de otros muchas veces se convierten en la gasolina que uno necesita para continuar demostrando que, si se puede, sin hacerle daño a nadie, sin meterle el pie a otros y sin irme a sentar a oficina a llevar cizaña. No guardo rencor, al contrario, deseo que vean este proceso como una prueba de que uno no está obligado a quedarse en una sola versión de sí mismo. Estoy escribiendo un nuevo capítulo, y apenas está comenzando.










