Desde su lanzamiento en 2005, Flowerbomb de Viktor & Rolf se ha convertido en un ícono dentro del universo de las fragancias femeninas. No es solo un perfume: es una declaración de poder, feminidad y fantasía embotellada. Con su mezcla intensa de flores, dulzura y sofisticación, este perfume ha dejado una huella inolvidable en la piel —y en la memoria— de quienes lo usan.

Una bomba de flores (y emociones)
El nombre no es casualidad. Flowerbomb es precisamente eso: una bomba floral que estalla en notas vibrantes, dulces y envolventes. Creado por los perfumistas Olivier Polge, Carlos Benaïm, Dominique Ropion y Domitille Berthier, esta fragancia busca transformar lo ordinario en extraordinario, apelando a los sentidos y al corazón.
Notas olfativas
Flowerbomb pertenece a la familia oriental floral y su composición es una sinfonía perfectamente equilibrada:
- Salida: Té, bergamota, osmanthus
- Corazón: Jazmín sambac, flor de azahar, fresia, rosa centifolia, orquídea catleya
- Fondo: Pachulí, almizcle, vainilla
El resultado es una fragancia cálida, adictiva y profundamente femenina, ideal para mujeres que desean dejar una impresión duradera.
El frasco: una joya explosiva
El diseño del frasco también es parte de su encanto. Con forma de granada de mano tallada en cristal, Flowerbomb rompe esquemas, sugiriendo que la feminidad también puede ser poderosa y desafiante. El color rosa suave contrasta con la forma agresiva del envase, un juego visual que representa perfectamente la dualidad de la mujer moderna.
¿Para quién es Flowerbomb?
Es un perfume para mujeres audaces, románticas y sofisticadas. Aunque su intensidad lo hace ideal para ocasiones especiales o noches frías, muchas lo eligen como su sello personal, gracias a su gran fijación y estela envolvente.
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