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La vida y sus ajustes: Reflexiones de Zoila Luna sobre el cambio y la madurez

La vida está en constante transformación, y con ella también cambian las personas. Sin embargo, adaptarse a esos cambios no siempre es fácil. Según la veterana comunicadora Zoila Luna los seres humanos experimentamos una resistencia natural al cambio, precisamente porque lo desconocido suele generar temor e incomodidad.

En una reciente reflexión, Luna cuestiona el uso común del término zona de confort. Para ella, no se trata de un espacio cómodo, sino simplemente de una zona conocida. "Si estás realmente cómodo, ¿por qué querrías moverte?", plantea. A su entender, muchas veces nos mantenemos en situaciones no porque nos favorezcan, sino porque nos resultan familiares.

Ajustes, no cambios

Con el paso del tiempo, señala la psicoterapeuta, es necesario hacer ajustes. “No le llames cambio, si eso representa para ti una amenaza. Prefiero llamarlo ‘ajuste’, sugiere. Para ilustrar esta idea, utiliza el ejemplo de los pañales en los bebés: a medida que el niño crece, el pañal debe ajustarse a su nuevo tamaño. Lo mismo ocurre con los seres humanos a lo largo de las distintas etapas de la vida.

Al llegar a edades como los 50 o 55 años, muchas personas notan que las cosas que antes les generaban satisfacción ya no les resultan igual de placenteras. Esto, afirma Luna, es completamente normal. “Lo que antes te gustaba, como salir sin rumbo o irte de compras compulsivamente, puede que ya no tenga atractivo para ti. Eso indica que estás cambiando emocional, mental y psicológicamente”.

Cambios emocionales y madurez

Este proceso también puede implicar transformaciones en los vínculos sociales. Tal como señala Luna, es posible que los amigos de antes ya no compartan los mismos intereses, o que uno mismo ya no se sienta identificado con ciertas dinámicas. En estos casos, más que una pérdida, se trata de una evolución.

Una de las ideas más poderosas que deja su reflexión es que envejecer no siempre significa madurar. Hay personas que envejecen sin alcanzar madurez emocional, mientras que otras logran esa evolución mucho antes de llegar a una edad avanzada.

Aceptar y avanzar

Para Luna, aceptar estos ajustes es esencial para mantener el bienestar emocional. “La vida sigue, y lo recomendable es que nosotros también sigamos, haciendo ajustes constantes”, concluye.

Su llamado es claro: en lugar de temerle al cambio, debemos aprender a verlo como una oportunidad de crecimiento. Aceptar que las etapas de la vida vienen acompañadas de nuevas necesidades, y que hacer ajustes no significa perderse, sino encontrarse nuevamente desde otra perspectiva.

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